Como si se estuviesen dado el primer beso,
Nuestras manos se tocaron
Y a la sombra de un árbol, las nubes lloraron
La lluvia era fuerte, nosotros no
Si acaso ese tren que nos separó
Una parte de mi se fuese contigo
La otra en pedazos de tu ausencia buscó tu mirada
Esa que siempre decía mas que tus palabras.
Y desde entonces,
todas las noches que te debo,
las guardo bajo mi almohada
porque sé que mi cama
aun quiere escuchar tu cuerpo
encima de mi colchón.
Jéssica Murillo
La princesa que creía en los cuentos de ranas
jueves, 28 de julio de 2011
sábado, 23 de julio de 2011
Trade otoñal
En una tarde de otoño, tranquila y fría. De cielo azul y hojas caídas. De sol que arde y muere entre nubes, volaban sobre el cielo múltiples aves, y rasaban por el suelo sus alas frágiles. Las bandadas de pájaros pasaban piando. Se posaban en ramas que al aire vibraban. Y la brisa otoñal que traía el viento, levantó las hojas en un movimiento. Y estás, en un remolino, se agolparon en un estrecho camino.
Podrías haber sido tú
Podrías haber sido tú el causante de mi sonrisa. Podrías haber sido tú y lo sabes. Pero no lo has sido. Hace un tiempo lo quise. Lo desee con tantas ganas que incluso rece por ello. Pero ahora que se que puedo hacerlo sin ti, ni siquiera quiero que lo seas.
Déjame
Déjame en esta noche,
De cielo estrellado
Y luz lunar,
De cielo estrellado
Y luz lunar,
Resbalar con mis manos
Sobre la llanura de tu piel.
Sobre la llanura de tu piel.
Que tus besos deleiten mi ser,
Estimulen mi lengua
Y vuelquen tus deseos sobre mí.
Estimulen mi lengua
Y vuelquen tus deseos sobre mí.
Por ser lo que no era
Yo quería perderme en la profundidad de sus ojos,
Pero el vértigo me venció.
Callar sus noches con silencios rumorosos
Y ser lo que siempre soñó.
Pero el vértigo me venció.
Callar sus noches con silencios rumorosos
Y ser lo que siempre soñó.
Deseaba asomarme a su alma,
entregarle el corazón.
Y por hacerlo mío quise ser lo que no era,
pero de nada sirvió.
entregarle el corazón.
Y por hacerlo mío quise ser lo que no era,
pero de nada sirvió.
Cuando te fuiste
Cuando te fuiste quise decirte
Que nunca quise herirte
Que nunca pretendía volcar en ti mi ira
Que solo quería arroparte en noches frías
Y besarte hasta que llegase el día
Cuando marchaste quise contarte que jamás deje de amarte
Que nunca te lo dije por miedo a equivocarme
En sentimientos contrapuestos
En debates molestos
De si el amor realmente es esto.
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